Tener gatitos puede ser una de las experiencias más enriquecedoras de nuestras vidas.
Pero, para que puedas disfrutar de la compañía de un gatito, te conviene conocer algunos de sus comportamientos y naturaleza, más particulares.
Conocerla, te ayudará a saber qué necesitan y si estás a la altura de la responsabilidad que conlleva.
Gatitos en casa
La llegada de un gatito a casa no puede interpretarse como un capricho, sino que has de tomártela como una cuestión de responsabilidad.
Del interés que pongas en la preparación a su nuevo hogar, su correcta «educación» y el cuidado del gatito, dependerá su socialización, su salud y el bienestar en casa.
Un error habitual es considerar que los gatos requieren el mismo trato que las mascotas más comunes, los perros.
Recuerda que los gatitos son monos y tiernos, pero muy territoriales. Ya conoces su fama de independientes, aunque en este texto vamos a aportarte una información que matizará esta actitud.
Por consiguiente, si eres amante de estos animales y has decidido tener un gatito, has de prepararlo todo, para su entrada en casa.
Presta atención a estos consejos para que el nuevo gatito, se sienta bien y a gusto, en su nuevo territorio.
Hemos escogido este formato de guía para adaptarte correctamente a la adopción de un gatito, puesto que creemos que es el que va a aportarte las directrices más claras.
Además, su estructura te va a resultar amena. Sigue leyendo y aprende estas pautas básicas de convivencia.
Los gatitos y el destete
Desde las cuatro semanas de vida, un gatito ya pueden ser educado en las dinámicas típicas de la convivencia con las personas.
De hecho, no te aconsejamos adoptar un gato (solo por causas de fuerza mayor) que no haya sido socializado con personas (por ejemplo, los criadores o responsables de una organización protectora) antes de sus primeras siete u ocho semanas.
Es también muy importante, que durante esas semanas el gatito siga en contacto con su madre y sus hermanos.
Los destetes demasiado tempranos (es recomendable un mínimo de 4 semanas) pueden hacer que los gatos tengan problemas luego, para relacionarse con otros ejemplares de su especie y además es un medio de protección natural frente a enfermedades futuras.
Si por la causa que sea, es un gatito bebé y no ha podido tetar de su madre, deberemos alimentarlo, proporcionándole la leche especial para gatitos, con un biberón o jeringa.
Esta leche la puedes encontrar en tiendas para mascotas o centros veterinarios y ellos mismos, te indicarán la cantidad, el modo de dársela y el tiempo requerido, según las necesidades de cada gatito.
Gatitos y socialización
No puedes delegar toda la responsabilidad socializadora en quienes hayan cuidado de tus gatos antes que tú. A ti te toca dar continuidad a esta importante faena de adaptación.
Y la tendrás que realizar a lo largo de los dos o tres primeros meses en los que el felino esté contigo.
De este modo, al cuarto mes ya se habrá acostumbrado a los principales estímulos que le hayas enseñado.
No solo a que vaya a ser tocado por las personas, sino también a todo tipo de experiencias sensoriales, como las olfativas, aparte de los viajes en coche, visita al veterinario, convivencia con otros gatos, la realización de sus necesidades y los distintos espacios de juego y descanso, en los que vivirá.
Toca a tu gatito con delicadeza
Abusar del contacto físico con los gatos es uno de esos fallos que cometen las personas que, con su mejor voluntad, creen que se puede tratar a estos felinos de la misma manera que a los perros.
Pero has de tener en cuenta que los gatos no interiorizan las manipulaciones, por parte de las personas, como naturales. No obstante, si acostumbras poco a poco a los gatitos bebés, no desconfiarán de ellas en el futuro.
Recuerda, de todas formas, que tienes que aprovechar la etapa de socialización comentada y actuar con delicadeza.
Por ejemplo, no les gusta que se les toque sobretodo en la tripita y las patas traseras. Siempre es mejor darles caricias a los gatitos, que esas palmaditas que, por imprecisión, se les escapan a los niños. Si se sienten agredidos, los gatos se pueden poner agresivos.
Es mejor que les toquen en la cabeza y el lomo y siempre con ternura.
Los gatitos y sus costumbres
Si, por ejemplo, te sorprende que tu mascota no disfrute de explorar espacios nuevos y crees que es demasiado sedentaria, no debes alarmarte más de la cuenta.
Solo debes hacerlo por los problemas de salud que puede originar la obesidad en los gatos, los cuales debes tratar con los veterinarios y nutricionistas especializados en animales.
Es importante jugar con ellos, para que se activen, y estimulamos así su inteligencia y su estado físico.
Simplemente tienes que asumir que algunos comportamientos que quizás esperabas, no son propios de los gatos o del tuyo particular.
No le obligues a hacer algo que no quiera, puesto que le generarás una estrés en el gatito y desembocará en resignación y una cierta tensión en tus relaciones con él.
Prepara la casa para el gatito
Cuando ya sabes que la primera visita de tu gatito está al caer, te toca diseñar a conciencia cómo será su primera exploración de la casa.
Sobre todo cuando tienes otras mascotas que acabarán compartiendo espacio con él. Como los gatos son tan territoriales, lo mejor será que empiecen su conviencia separados.
Sin embargo, podrás hacer que asocien sus olores mutuamente con experiencias positivas, como comer o descansar, si al principio pones una barrera física entre ambos, de manera que coman juntos, pero separados visualmente y siempre con supervisión.
Es importante tener listos un rascador para gatitos (puedes ser plano o vertical) donde poder rascarse las uñas y pueda trepar por él.
Un arenero en un sitio tranquilo de la casa y por supuesto, un comedero y bebedero, en una zona que no sea de paso.
No lo agobies el primer día
Igual que te hemos dicho que no te pases de insistente, también hemos de pedirte que no seas impaciente. En la integración de un gato en casa las primeras impresiones cuentan.
Y lo hacen mucho. Cuando el animal llega a su nuevo espacio, está envuelto en un montón de emociones que pueden haberlo saturado. Así que tómate con calma su entrada en la casa y no lo agobies con numerosos estímulos, lo cual le bloquearía.
Si necesita una siesta (por ejemplo, después de un incómodo y agotador viaje en coche), déjale que se la eche o que inspeccione la casa con tranquilidad.
No te estreses si no come
Después de una de estas experiencias iniciáticas, es muy normal que el gatito sienta nervios y no tenga apetito. No te preocupes, puesto que los ayunos no forman parte de sus costumbres naturales.
El animal volverá a comer cuando lo necesite y, mientras se hace el ánimo, coloca su comedero y bebedero en un lugar que tenga poco trasiego y que él no asocie a las situaciones que le causan tensiones.
Para ellos, la zona donde se alimentan, es la zona más segura de la casa.
¿Qué comen los gatitos?
Ten en cuenta que, cuando son tan pequeños, los gatitos juegan mucho y queman muchas calorías, por lo que también deben ingerir altas cantidades de ellas. Por otra parte, requieren un alto aporte de proteínas.
Los minerales esenciales (tales como calcio, magnesio, zinc o fósforo) son unos micronutrientes que les vienen muy bien para la formación de los órganos de sus aparatos respiratorio y digestivo y el desarrollo de otros elementos protectores, como el pelaje y la piel.
En estas primeras semanas ha de prevalecer la alimentación seca, que empezará a ser combinada posteriormente con la húmeda.
Los ritmos especiales de las comidas gatunas
Igual que te hemos dicho que no has de ser impaciente con los horarios de sus comidas, también debes valorar que los gatos tienen una boca muy pequeña. Por consiguiente, algunos alimentos como sus croquetas favoritas no pueden ser de gran tamaño.
Hay productos especiales para gatitos, es sus primeros meses de vida, con aportes de nutrientes, especialmente diseñados para ellos. Puedes consultarlo con tu veterinario.
Vale la pena que repartan sus comidas en tres sesiones diarias, pero déjalos a su aire y ayúdales a acostumbrarse de una forma gradual y que no les resulte invasiva.
Muchos gatos, puede tener acceso continuo a la comida, cuando van creciendo y se autoregulan, es decir, comen solo lo que necesitan, generalmente poca cantidad, durante más tomas.
Crea su zona de confort
Los gatos tienden a aislarse del bullicio, por lo que les vendrá genial que diseñes una especie de refugio para ellos. Será un lugar en el que solo puedan entrar ellos y donde disfruten de su intimidad.
En esto incluimos, su camita, el rascador (puede tener accesos y plataformas de descanso) o ese lugar de la casa que le gusta.
Los gatitos buscan sitios cerca de los radiadores, en invierno o más frescos, como cerca de una ventana interior, en verano. Hay que estar atento a estos comportamientos y facilitarles el descanso, allí donde prefieran.
Son animales que duermen mucho, por lo que también emplearán este sitio, que ha de contar con las máximas comodidades y medidas higiénicas, para descansar. Sin ir más lejos, se echarán esas siestas que tanto les gustan.
Las feromonas y los gatitos recién llegados
Si rocías feromonas sintéticas por los espacios comunes, donde se mueva nuestro gatito, se irán familiarizando con ellos y se sentirán más tranquilos.
Acuérdate de que los gatos, en contextos de felicidad o aceptación de otros seres, desprenden unos olores que se asemejan a los de estas feromonas. Un par de difusores enchufados por la casa también contribuirá a potenciar su estado de relajación.
El gatito «se activa» por la noche
Uno de los comportamientos más curiosos, que descubren las personas que no han tenido nunca un gato, es su actividad nocturna.
Hay que tener en cuenta, que los gatitos, conservan instintos salvajes innatos en ellos, como por ejemplo, la caza.
Esta en estado salvaje, se produce con más intensidad en la noche, por lo que no será raro, que tu gatito en medio de la noche, decida que es el momento ideal, para correr por el pasillo, jugar, saltar a tu cama, incluso maullar o gruñir.
Es importante que respetes este comportamiento y nunca les grites para evitar que tenga esta actitud.
Puedes dejarles juguetes preparados para esos momentos o incluso, jugar con ellos un poquito más durante el día, para que en la noche, duerman más tiempo.
Lo que si ya te avisamos, es que por lo general, serán ellos los que te despierten, antes que la alarma del móvil, a la hora de madrugar.
En definitiva, antes de tener gatitos en casa, implica que vamos a respetar su naturaleza, que vamos a cuidarles y procurarles todo aquello que necesiten.
Vamos a estar pendientes de su salud, y en caso de duda, acudir a un veterinario, que vamos a estar con ellos, en lo bueno y en lo malo, porque ellos dependen de ti y por supuesto, nunca, nunca, abandonarlos.